URGENTE!:Luego de una reunión con el presidente Savino, Miguel Angel Russo presentó su renuncia.

URGENTE!:Luego de una reunión con el presidente Savino, Miguel Angel Russo presentó su renuncia.
Luego de una reunión con el presidente Savino, Miguel Angel Russo presentó su renuncia como entrenador de San Lorenzo. La eliminación de la Copa anticipó su salida y mañana se lo comunicará al plantel. Miguel dirigió apenas 36 partidos y no consiguió títulos en el club.

lunes, 23 de febrero de 2009

El Monumental respira Ogromanía



El Monumental piensa en verde, y anoche lo corroboró. Cuando Cristian Fabbiani entró a la cancha, a los 16 del segundo tiempo, todos los hinchas de River homologaron el idilio precoz con el Ogro, destinado al estrellato riverplatense.
La presencia de Fabbiani impacta: cuando está sentado en el banco de suplentes, Núñez lo espera; cuando ingresa al campo de juego –casi siempre en la mitad de los complementos–, Núñez lo ovaciona; y cuando protagoniza un gol, Núñez lo venera. Es así, sin exageraciones. La descripción tiene su sustento: cada vez que Fabbiani jugó, River ganó. Y en esos triunfos, el delantero marcó un gol –el decisivo contra Rosario Central en Arroyito, en la segunda fecha– y dio dos asistencias: ante Nacional de Paraguay, por la Copa Libertadores, y anoche, cuando aportó un pase exquisito para que Radamel Falcao García definiera el encuentro.Ante esa realidad, resulta lógico que su presencia desate la locura en las tribunas del Monumental, con sed de ídolos desde la salida de Ariel Ortega.
Fabbiani, que hasta llegó a apuntalar la venta de caretas de Shrek, gozó de su propio cotillón: miles de hinchas con el Ogro Shrek en su cara, cientos de Fionas –la mujer del Ogro– y una canción reconfortante que se gestó antes de su estreno con la camiseta millonaria: “Oogroooo, Ooooogroo”.Tanta fervor popular tiene su explicación. A esta altura, se puede confirmar que Fabbiani hizo lo que casi nadie creía: que River, el peor de todos los equipos en el Apertura, empezara a ganar y a consolidarse como uno de los aspirantes a quedarse con este Clausura. El ex Lanús y Newell’s absorbe esa tensión que genera el mal juego millonario y lo transforma en diversión. Lo que en algunos es un impedimento para jugar, para Fabbiani constituye una motivación pura, un desafío constante.En el minuto 33 de la primera parte, un ratito antes de que Juan Pablo Pompei hiciera el papelón de la noche, Banfield era el rey del partido y la gente local, sobre todo en la exigente platea San Martín, iniciaba, lentamente, el pedido formal para que el Gordo entrara.
Néstor Gorosito, brindó una señal: se dio vuelta y lo miró. Casi una mirada desesperada. El ídolo de River está generando eso: sin él en el campo, los hinchas sufren abstinencia, nada los llena, nada los entusiasma. Con él adentro –un poco por lo que genera en los rivales, otro poco por la inyección anímica que le transmite a sus compañeros– estimula y permite un renacer millonario; una ilusión, al menos, de buen juego.Ayer, con su contribución para ganarle a Banfield, River, además de subirse al cuarteto de punteros (los otros son Newell’s, Godoy Cruz y Colón), cortó una racha negra como local: no ganaba en el Monumental desde el 17 de agosto de 2008, cuando superó 2-0 a Rosario Central. Ahí, en la nueva casa del Ogro, los millonarios acumulaban nueve encuentros sin victorias, la serie más adversa en la historia del profesionalismo. Con Fabbiani llegó la solución para tanto drama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario