El equipo de Santoro fue muy superior y ganó 2 a 0 con goles de cabeza de Pusineri y de Montenegro de penal, luego de una infracción inexistente a Ismael Sosa. Con este resultado, es un hecho que Racing se quedará sin técnico en las próximas horas.
Era un partido decisivo para la continuidad de los directores técnicos. Por eso, en la cancha de Huracán, se preveia un partido cerrado, con mucha precaución de ambos lados.
Sin embargo, Independiente salió a jugar con todo y encerró a Racing en su propio campo desde los primeros minutos. Con Montenegro como lanzador, y Sosa y Moreno puzantes arriba.
No extrañó el primero del "Rojo". Porque el asedio era constante. Tras un tiro libre de Montenegro, Pusineri aprovechó el quedo de los centrales y de la inexplicable pasividad de Campagnuolo que se quedó pidiendo un foul parado.
Independiente era más y ganaba bien. Pusineri jugó como si tuviese diez años menos, corriendo y ordenando a sus compañeros. Racing, por su parte, estaba perdido y sus jugadores hacían agua en todos los sectores de la cancha.
Obligado por la desventaja, la "Academia" salió del asedio como pudo. Pero nunca tuvo juego asociado. Se nota que el equipo de Llop extraña horrores a Moralez. Lucero no tiene acompañamiento y Ramírez y Lugüercio, a pesar de los esfuerzos, quedan siempre aislados.
Independiente continuó insuando, pero no concretó ningún ataque más. Y Racing estuvo cerca de empatarlo en la única jugada riesgosa sobre el final de la etapa inicial, que terminó con un débil cabezazo de Lucero en las manos del seguro Assman.
El segundo tiempo encontró a Racing más adelantado, pero si una sola idea. El ciclo de Llop llegaba a su fin lentamente. Sin brillar, Independiente era mejor. El ingreso de Ríos por Vittor fue esencial, porque el "Toti" encontró la pelota en el medio.
Después de una buena jugada colectiva, el propio Ríos habilitó a Ismael Sosa, que se tiró dentro del área. Baldassi en una decisión digna de un ábitro amateur, cobró penal. Y Montenegro puso el merecido 2 a 0.
El insólito penal liquidó el partido. El resto estuvo demás, porque Independiente se conformó rapidamente y Racing demostró que es un claro candidato al descenso, si no cambia rápido de timón.
Así, Santoro salvó su puesto en la semana más díficil en su carrera como DT. Y el ciclo de Juan Manuel Llop quedó agotado y sin chances de perpetuarse.
Sin embargo, Independiente salió a jugar con todo y encerró a Racing en su propio campo desde los primeros minutos. Con Montenegro como lanzador, y Sosa y Moreno puzantes arriba.
No extrañó el primero del "Rojo". Porque el asedio era constante. Tras un tiro libre de Montenegro, Pusineri aprovechó el quedo de los centrales y de la inexplicable pasividad de Campagnuolo que se quedó pidiendo un foul parado.
Independiente era más y ganaba bien. Pusineri jugó como si tuviese diez años menos, corriendo y ordenando a sus compañeros. Racing, por su parte, estaba perdido y sus jugadores hacían agua en todos los sectores de la cancha.
Obligado por la desventaja, la "Academia" salió del asedio como pudo. Pero nunca tuvo juego asociado. Se nota que el equipo de Llop extraña horrores a Moralez. Lucero no tiene acompañamiento y Ramírez y Lugüercio, a pesar de los esfuerzos, quedan siempre aislados.
Independiente continuó insuando, pero no concretó ningún ataque más. Y Racing estuvo cerca de empatarlo en la única jugada riesgosa sobre el final de la etapa inicial, que terminó con un débil cabezazo de Lucero en las manos del seguro Assman.
El segundo tiempo encontró a Racing más adelantado, pero si una sola idea. El ciclo de Llop llegaba a su fin lentamente. Sin brillar, Independiente era mejor. El ingreso de Ríos por Vittor fue esencial, porque el "Toti" encontró la pelota en el medio.
Después de una buena jugada colectiva, el propio Ríos habilitó a Ismael Sosa, que se tiró dentro del área. Baldassi en una decisión digna de un ábitro amateur, cobró penal. Y Montenegro puso el merecido 2 a 0.
El insólito penal liquidó el partido. El resto estuvo demás, porque Independiente se conformó rapidamente y Racing demostró que es un claro candidato al descenso, si no cambia rápido de timón.
Así, Santoro salvó su puesto en la semana más díficil en su carrera como DT. Y el ciclo de Juan Manuel Llop quedó agotado y sin chances de perpetuarse.
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