En la mayor parte de las ligas del mundo, por ejemplo la inglesa y la argentina, los convenios de negociación para la retransmisión de los partidos de fútbol por televisión se realizan de forma colectiva, es decir, cada asociación defiende los intereses de todos los clubes y luego negocia con ellos el porcentaje que cada uno recibirá durante el año.
En el caso de la liga argentina, donde el último convenio alcanzó a 230 millones de pesos, se reparte el total del dinero entre los clubes de las tres categorías principales. Claro que esa división no es en partes iguales: Boca y River, los más beneficiados, recaudan entre ambos cerca del 25% de lo acordado.
Los convenios de tipo colectivo traen aparejadas discusiones de índole política, ya que los representantes de las entidades particulares quedan sujetos a los acuerdos que firmen los representantes de las asociaciones nacionales. En nuestro país, ex dirigentes, como Raúl Gámez, han denunciado que esos acuerdos deberían firmarse por montos muy superiores. En la AFA lo niegan y aseguran que siempre se ha acordado un número que equilibra los intereses de los clubes y los de la televisión.
En algunas ligas, como la española, por el contrario, cada club tiene la posibilidad de negociar por su cuenta con las cadenas televisivas por la emisión de sus partidos. Ese tipo de acuerdos también trae aparejado un problema, ya que los clubes más poderosos ven incrementarse sus ingresos en una escala muy superior a los clubes menos populares, que incluso quedan expuestos a no firmar ningún tipo de acuerdo.
En el caso de la liga argentina, donde el último convenio alcanzó a 230 millones de pesos, se reparte el total del dinero entre los clubes de las tres categorías principales. Claro que esa división no es en partes iguales: Boca y River, los más beneficiados, recaudan entre ambos cerca del 25% de lo acordado.
Los convenios de tipo colectivo traen aparejadas discusiones de índole política, ya que los representantes de las entidades particulares quedan sujetos a los acuerdos que firmen los representantes de las asociaciones nacionales. En nuestro país, ex dirigentes, como Raúl Gámez, han denunciado que esos acuerdos deberían firmarse por montos muy superiores. En la AFA lo niegan y aseguran que siempre se ha acordado un número que equilibra los intereses de los clubes y los de la televisión.
En algunas ligas, como la española, por el contrario, cada club tiene la posibilidad de negociar por su cuenta con las cadenas televisivas por la emisión de sus partidos. Ese tipo de acuerdos también trae aparejado un problema, ya que los clubes más poderosos ven incrementarse sus ingresos en una escala muy superior a los clubes menos populares, que incluso quedan expuestos a no firmar ningún tipo de acuerdo.
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