Tal como Diego Maradona dijo que en las actuales condiciones el jugador no le servía para a Selección, su nivel de juego tampoco aporta al conjunto de Carlos Ischia.
Por distintos motivos, lo cierto es que Juan Román Riquelme no rinde en Boca de acuerdo a lo que de él se esperaba.
En el empate ante Godoy Cruz volvió a estar lejos de aquel jugador que hasta ayer nomás era considerado el gran salvador del equipo.De poco lo incentivaron las banderas que los hinchas llevaron para apoyarlo con respecto a su situación con la Selección y, particularmente, con Diego Maradona.
Algunos creyeron que el 6 a 1 en contra ante Bolivia iba a servir para destacar la ausencia de Riquelme en el conjunto nacional, pero jugando como lo hizo ante los mendocinos lo único que conseguirá es ratificar los dichos de Maradona, quien sostuvo hace semanas: "Así, Román no me sirve".
Es evidente que así, tampoco le sirve a Carlos Ischia.Lo concreto es que en la cancha, lejos está el mediocampista de ser el gran salvador que tuvo Boca durante el año pasado.No tuvo casi participación en el encuentro ante Godoy Cruz: no lo marcaron personalmente sino en zona y no supo aprovechar los espacios que él mismo suele generarse para abrir el juego en los metros finales.De esta forma, quedó en evidencia que Boca es Riquelmedependiente.
Pero con este Riquelme todo indica que el equipo no funciona. Habrá que ver si el jueves, ante Guarani, por la Copa Libertadores, el gran jugador recupera a su nivel y le devuelve, con su magia, el fútbol que Boca necesita y la alegría que todo hincha quiere tener.
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