La conformación del cuerpo técnico de la Selección argentina que encabeza Diego Armando Maradona nunca estuvo signada por la concordancia.
El entrenador quería, como es de público conocimiento, a Oscar Ruggeri en su entorno como punto vital de su gestión.
Por ese tema se enfrentó abiertamente con Julio Humberto Grondona, el presidente de la AFA, quien, debido al conflicto personal que mantiene con el "Cabezón", hizo todo lo que estuvo a su alcance y más para impedir su llegada, algo que terminó por lograr."
El caso Ruggeri" fue una visagra en la relación Maradona-Bilardo, incluso cuando ya había habido una situación poco comprensible por parte del técnico cuando primero había dicho que quería contar con Sergio Batista y Brown en su entorno para finalmente desdecirse y prescindir de sus servicios en una decisión poco clara.
El quiebre casi definitivo se produjo cuando el propio Bilardo bregó por la contratación de Julio Grondona como una especie de ayudante/secretario del ex técnico campeón del mundo con la Selección en México 1986, objetivo que terminó por cumplir.
Eso crispó los nervios de Diego, quien públicamente salió a preguntarse por qué si había lugar para "Julito" no lo había para el "Cabezón" y fue el propio Maradona quien dijo, sin eufemismos, que el "Doctor" no había hecho todos sus esfuerzos, de acuerdo al rol que cumple como interlocutor de Julio Grondona, para promover la llegada del ex entrenador de San Lorenzo.
Así las cosas, Julito Grondona tiró un poco más de nafta a un fuego que ya resulta casi incontrolable cuando el jueves declaró que "si yo tuviera al lado a un DT campeón del mundo como Menotti o Bilardo, sería muy tonto que no lo escuchara", en un tiro por elevación directo al corazón de Maradona.
Finalmente, en un asado realizado hace poco menos de 15 días por el cuerpo técnico de la Selección argentina, Carlos Bilardo fue el único ausente y no sólo eso, sino que directamente no fue invitado.
Así las cosas, la experiencia y los pergaminos del "Doctor" lo han llevado a evaluar con una seguridad sorprendente, la decisión de alejarse de las huestes de Diego Maradona.
El presente trance de la Selección nacional ha entrado en un terreno fangoso tras los roces entre los propios integrantes del cuerpo técnico, el desastre de Bolivia, y esta posible renuncia de Carlos Bilardo, que promete que la refundación que se pretendía con "la gente del '86" no era tal.
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